La urgente unidad de los trabajadores estatales
Por: Oscar Alarcón Delgado
El X Congreso Nacional de la Confederación Intersectorial de Trabajadores Estatales (CITE), se ha iniciado el 27.06.14. En mayo se realizó el Congreso Nacional de la Confederación de Trabajadores Estatales (CTE).
Hay que desearles éxitos en el debate de su agenda, cuyas conclusiones y resoluciones han de servir como derrotero no sólo a los afiliados a la CITE sino también a los demás gremios del sector ya que de por medio enfrentan los mismos problemas, las mismas reivindicaciones y aspiran a las mismas soluciones en el sector estatal.
Como es de su conocimiento el capitalismo neoliberal recorre el mundo para posesionarse de las riquezas de los pueblos, salvar su crisis y someter a los trabajadores a las condiciones de explotación más salvajes y la respuesta es la lucha anticapitalista y la búsqueda de un alternativa económica, política y social más justa.
Los trabajadores peruanos enfrentan las duras condiciones del continuismo neoliberal que además, necesita un Estado débil y al servicio de la oligarquía y de las transnacionales. Los trabajadores estatales saben más que nadie el significado de la Ley Servir, lo injusto, lo discriminatorio, lo anticonstitucional de su arquitectura al recortar la libertad sindical y el derecho a la negociación colectiva e institucionalizar un régimen de inestabilidad laboral.
Por lo demás hoy pretenden hacer una política de diversificación productiva basada en la exoneración tributaria a las grandes empresas, las que más deben, en cambio se niegan a resolver las reclamaciones de los trabajadores de la quinta categoría cuyos salarios se ven afectados por descuentos de la SUNAT; por otro lado se niegan al mandato constitucional de aumentar la remuneración mínima vital, hoy estacionaria y devorada por el alza de precios, en tanto los ministros se duplican los sueldos.
Por otro lado se pretende una nueva reforma laboral al gusto de los empresarios de CONFIEP, quienes alegan que los derechos de los trabajadores son sobrecostos laborales y por tanto nos deben ser recortados con el propósito de mejorar el crecimiento económico del país. Es decir crecer a costas de cholo barato, del trabajo precario, sin derechos. Y este anunciado paquetazo “encastillado” y ”ollantado” sin duda alguna motivará la protesta nacional de los trabajadores y el pueblo peruano porque no van a permitir retrocesos en la seguridad y salud en el trabajo como tampoco que impongan en todas las empresas la “pymerización” o recorte de derechos laborales. Aumentará la voluntad de lucha contra el modelo económico, político y social neoliberal.
Pero es necesario precisar que es mejor la voluntad política de todas las vanguardias que tienen presencia en el movimiento sindical, es de responsabilidad de todos los que han templado su convicción en la fragua de la lucha de clases y practican el sindicalismo clasista, amoldamos a un comportamiento en base principios de unidad, independencia, consecuencia, democracia y solidaridad. Aquí está la teoría y práctica sindical de la CGTP y sus bases que los diferencia de otras corrientes.
Frente al poder económico que somete al poder político, los trabajadores le oponen otro poder: el de la cantidad, de su volumen sólo a condición de estar unidos y es aquí donde se tiene que hacer la reflexión. ¿Los sindicatos actúan realmente unidos? La respuesta es NO y ahí está la debilidad. Desde que se tiene uso de razón se aprendió que “la unión hace la fuerza” pero se actúa en dispersión, fraccionados o divididos. Es aquí, en estas experiencias, donde hay que buscar los fracasos para no repetirlos y por el contrario crear una fuerza sindical superior y respetable.
La CGTP realizó en 2003 su Congreso Estatutario encaminado a concentrar en una sola organización de segundo grado a los diversos sindicatos del mismo sector. Ese proceso la OIT lo denomina Autoreforma sindical y en la CGTP se usa la denominación de “reestructuración organizativa” que modifica las estructuras orgánicas de la confederación mariateguista en respuesta estratégica al modelo. Veamos la situación que merecen cambios urgentes:
Ejemplo 1: En el sector educación tenemos más de 7 sindicatos, un solo empleador, sin contar con los trabajadores de la educación privada. No es posible continuar de ese modo, porque no se está construyendo poder sindical. Cuando exista en una sola organización, centralizada se tendrá más capacidad de convocatoria y movilización, más economía y se procurará la negociación única sectorial o negociación articulada, trazar en conjunto políticas sectoriales y hasta proponer el Ministro correspondiente. Hoy no sucede eso.
Ejemplo 2: En el sector salud, sucede lo mismo hay muchos sindicatos, hasta por categoría profesional, sin el mínimo sentido de articulación. Y existen en similares condiciones tanto en Essalud como en Minsa por referirnos al sector público, sin contar con los trabajadores del sector privado a los cuales también hay que incorporarlo a las estructuras unitarias.
Ejemplo 3: El sector de la construcción, no basta tener una FTCCP con 140 sindicatos y con capacidad de movilización en todo el país. Hoy se trabaja por la centralización de todos los trabajadores de la industria de la construcción que junte en una sola organización sindical de segundo grado a los trabajadores del andamio con los del cemento, ladrillos, cerámicos, madera, agregados, etc. para construir el poder sindical sectorial. Ya se cuenta con la Coordinadora Sindical de los Trabajadores de la Industria de la Construcción y Afines (COSTICA).
Ser sindicalista clasista es trabajar por la unidad y centralización. El Estatuto de la CGTP establece que en el sector público hay que constituir además del sector salud y el sector educación, la CGTP Sectorial de la Administración Pública. Este es un objetivo estratégico y es allí donde se deben dirigir las correspondientes energías.
La CGTP cuenta en la actualidad con tres gremios estales: CITE, CTE y UNASSE que vienen desarrollando la lucha basada en la unidad de acción y está bien, pero se tiene que acelerar los pasos a la construcción de una fuerza superior, centralizada y unitaria que será la CGTP de la Administración Pública o CGTP Estatal como quiera denominarse. Las concepciones ideológicas propias de cada uno en la vanguardia no pueden impedir un entendimiento. Así reclamaba Mariátegui. Hay que construir el frente único clasista. Es un deber, una obligación.
Hay quienes señalan que este es un proceso. De acuerdo, es un proceso pero que tiene que enrumbarse sobre confianzas mutuas, en acciones comunes y estrategias y tácticas comunes. Hay lugares en el país que estos gremios estales no tienen bases y se crean las coordinadoras estatales de la CGTP y se superan diferencias bizantinas.
Por eso hacemos voto y aplaudimos la voluntad de los compañeros de CITE de contribuir a este objetivo estratégico, principista y de unidad sindical clasista. CITE por su trayectoria histórica debe convertirse en el eje de la CGTP Estatal, sin menoscabo, sino con el concurso de los otros gremios del sector.
No olvidemos que “Las masas reclaman la unidad. Las masas quieren fe. Y, por eso, su alma rechaza la voz corrosiva, disolvente y pesimista de los que niegan y de los que dudan, y busca la voz optimista, cordial, juvenil y fecunda de los afirman y de los que creen”. Palabras del Amauta José Carlos Mariátegui, que bien nos hace recordarlas en estos precisos momentos.
4 comentarios
Oscar Alarcón. -
julio solis -
oscar -
JULIO SOLIS -