EL OPIO DEL PUEBLO
Por: Carlos Freundt de la Puente,
APOYO HUMANISTA (APHU)
No sin razón, Nietzsche sostenía - casi como un alarido o clamor de su atormentado espíritu- : ¡Dos mil años y ni un Dios Nuevo!
Qué decir de Marx cuya sentencia es motivo de este título.
En la Iglesia Católica no existe cargo de conciencia institucional. Su historia plagada de crímenes y explotación no les produce ningún arrepentimiento, confían en el desconocimiento científico y temeroso de las masas. Confían en el miedo genético a lo desconocido, en la orfandad del ser humano, en la ignorancia supina y en la manipulación que hacen del hambre, la pobreza y la resignación del pueblo.
Siguiendo la línea de pensamiento de Nietzsche, podemos agregar que nunca antes en la Historia Universal se guerreó, se persiguió y se asesinó inmisericordemente en nombre del dios único. Bajo esa premisa fanática, llegó el oscurantismo, y sabios, filósofos, astrónomos, "brujas" y personas indeseables a su credo, todos metidos en un mismo saco y en el nombre de su dios, y de sus papas progenitores, eran quemados, envenenados, encarcelados o desaparecidos.
Siempre el opio del pueblo manejándolo todo y dictando comportamientos anti natura con el solo fin de mantener vigente una de las instituciones más crueles del poder: la Iglesia.
Ahora, en tiempos de que el acceso a la información científica y los valores impuestos por la Iglesia católica se han auto fulminado producto de su propia inconsistencia, pretende seguir diciéndonos que debemos hacer con nuestra vidas.
La Eutanasia; el aborto terapéutico y eugenésico, los estudios modernos que se centran en el diagnóstico prenatal y la exploración fetal, la orientación genética, el control de natalidad, la fecundación in vitro y la ingeniería genética cuya virtud es encontrar curas a males genéticos, y evitar sufrimientos insoportables o la prolongación artificial de una vida, es el caballito de batalla de esta amancebada y palaciega Iglesia. La misma que se pone en contra del estado y lo más ridículo, de la píldora del día siguiente.
Esta Iglesia, cuya moral es solo de la boca para afuera. Curas violadores, pederastas (Obispos para abajo), llenos de "ahijados" para no llamarlos hijos, y muchos monasterios con cementerios clandestinos de infantes prohibidos, son parte de la noticia cotidiana, que ya no se puede ocultar: Son humanos y cualquier forma de celibato es antinatura.
Ver al "cura Barby" Cipriani, con sus sedosas sotanas gesticulando, y vociferando en contra del estado, en la televisión, se merece una denuncia por apología del terror y me hace pensar que ya es tiempo de buscar a dios en otra parte.
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