CON EL CEREBRO O CON LAS PATAS

Por: Oscar Alarcón Delgado

Con el ánimo de contribuir a la formación sindical no puedo callar frente a una temeraria declaración de un dirigente de la alta dirección nacional de la organización más representativa del sector salud, hecha en la X AND CGTP, el 04.09.10. Su nombre no interesa, puede llamarse, Pedro, Juan o José. No se trata de una denuncia sino de un caso.

El orador manifestó, en alusión a otro dirigente del mismo sector y de otra estructura sindical que si se presenta en la Asamblea del Sindicato del Hospital Las Mercedes de Chiclayo, “sería sacado a patadas”. En su momento el aludido manifestó que los únicos que lo podían sacar a patadas son los propios trabajadores chiclayanos, pues él era fundador del sindicato del hospital en mención.

Estimados compañeros, así No! dijeron otros participantes en sus intervenciones. Hay quienes exigieron que guarden sus energías para la lucha contra los patrones y las autoridades del gobierno que son culpables de nuestra precaria situación laboral, con modalidad CAS incluida. Inteligente intervención, entre otros, de Wilmer Antón, Secretario General Adjunto de la CGTP Lambayeque.

Apelando al consejo del Amauta, el maestro y guía J.C. Mariátegui, nos dice que “entre hombres de pensamiento neto y posición definida es fácil entenderse, aún combatiéndose” y ese combate está referido al terreno de las ideas y no al de las patadas; al uso del cerebro y no las patas. Las coces es propio de los caballos para definir sus contiendas, los sindicalistas debemos hacer funcionar el caletre sobre la base de los principios del sindicalismo de clase, sobre el ejercicio profundo de la democracia sindical, donde el dirigente no es propietario de la organización, tampoco es mandamás sino mandatario, y confía sólo en la asamblea general, porque ésta será siempre la instancia soberana del sindicato.

Es preciso entender que hay dos tipos de contradicciones: La primera, entre trabajadores, no son antagónicas y debe resolverse sobre el debate alturado, sobre el ejercicio de la crítica y autocrítica  y la sujeción al centralismo democrático donde las mayorías mandan sobre las minorías. La segunda contradicción con los patrones, son antagónicas porque expresan intereses opuestos y hasta irreconciliables.

Las amenazas esgrimidas me recuerda la práctica propiciada por el sindicalismo amarillo “libre y democrático” propios de la bufalería aprista que no admite discrepancias, ni debate político. Nosotros somos sindicalistas clasistas de CGTP, nos guiamos por principios, por valores (unidad, independencia, consecuencia, democracia y solidaridad). No somos bandidos sino luchadores por los derechos laborales, humanos, por la justicia social, luchamos, como decía Pedro Huilca, "por una causa superior a nuestras propias vidas".