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SEXTA VICTORIA DE EVO Y BOLIVIA RUMBO A CAMBIOS RADICALES

SEXTA VICTORIA DE EVO Y BOLIVIA RUMBO A CAMBIOS RADICALES

La Paz. Agencia ABI. | 6 diciembre de 2009

El presidente reelecto Evo Morales llamó a la oposición derrotada en las elecciones del domingo a "trabajar juntos por Bolivia", se dijo obligado, por sus aplastante triunfo en las urnas, con 63% de los votos, a acelerar el proceso de cambios que impulsa desde 2006 y dedicó su victoria a los gobiernos antiimperialistas de la región, en un emotivo discurso pronunciado desde los balcones del Palacio Quemado en La Paz.

De acuerdo con datos obtenidos por empresas de estudios demoscópicos, por vía del método de conteo rápido, de alta fiabilidad, Morales obtuvo el 63% de los votos, frente al 28% de su principal contendor, el ex militar derechista, Manfred Reyes Villa, y al magro 6% que cosechó el empresario Samuel Doria Medina.

La incontrastable victoria en las urnas le permitirá controlar, con más de dos tercios de sus componentes, la bicameral Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP), sucesora del Congreso, que se instalará el 22 de enero que viene, cuando volverá a ser investido para un nuevo mandato hasta 2015.

Contradijo a sectores que, por conducto mediático, le achacaron un desencanto y retirada de la clase media boliviana de su proyecto, cuyo voto le ungió en el Palacio Quemado en las elecciones de 2005.

"Ahí (en la votación de este domingo en las ciudades, con un 52% del global) está la clase media, ahí están los profesionales para sumarse a este proceso revolucionario. Falso (entonces) que la clase media nos abandonó", afirmó. Morales alcanzó una votación cercana al 80% en las áreas rurales y campesinas de Bolivia.

Decenas de militantes del MAS abarrotaron la plaza de Armas en la ciudad de La Paz, donde se halla la sede de Gobierno, con banderas azul y blancas, las del partido oficialista, y whipalas, el ajedrezado y multicolor símbolo de los indígenas, la columna vertebral que sustenta a Morales.

Ante la multitud delirante Morales convocó a sus opositores a servir en consorcio a Bolivia. "Hago una convocatoria a autoridades que no quieren trabajar con Evo, a alcaldes, a cívicos, a empresarios, a intelectuales que dudan, a servir a Bolivia", afirmó en tono sereno y conciliador. "Que vengan a trabajar por el pueblo boliviano, porque somos de la cultura del diálogo", insistió al arengar la adhesión de sus adversarios políticos.

"Ahora sí tenemos el camino abierto, entendiéndonos como bolivianos, un camino abierto, dialogando con distintos sectores para aplicar la primera Constitución aprobada por pueblo boliviano" en las urnas en enero pasado, desafió.

Sin mencionar nombres, ni siquiera de sus adversarios electorales, el mandatario llamó a líderes cívicos, principalmente de las regiones de Santa Cruz (este), Beni (nordeste) y Pando (norte), donde la oposición criolla se alzó con sendos triunfos y donde en 2008 se inseminó una intentona de golpe de Estado, a trabajar lejos de intereses sectoriales y regionales por el desarrollo país andino amazónico.

"A cívicos de esas regiones que vengan a trabajar para servir al pueblo; primero está Bolivia (..) Al margen de cualquier reivindicación de carácter sectorial, regional, primero es Bolivia", recalcó.

"Jamás ejerceremos políticas de amedrentamiento, hostigamiento o de prebendas", prometió en su mensaje a la oposición doméstica que mantuvo sus posiciones electorales en las regiones del oriente rico y de los amazónicos Beni y Pando.

El mandatario reelecto se dijo, a la luz del apoyo popular que recibió en las ánforas, a acelerar el proceso de cambios estructurales que puso en marcha en su primera gestión y que subraya la industrialización del país más pobre de Sudamérica, cuyo desempeño económico repuntó, sin embargo, entre 2006 y 2008, como nunca antes en 184 años de historia.

"Tenemos la enorme responsabilidad con Bolivia, pero también con la vida y la humanidad, de profundizar y acelerar el proceso de cambios", se impuso. "Que obtengamos más de dos tercios (en la ALP) nos obliga, me obliga, a acelerar el proceso de cambios", insistió.

Para la multitud, esa promesa se tradujo en un solo grito: «socialismo, socialismo».

Morales, de 50 años, el presidente con mayor apoyo popular en la historia política de este país, campeón de la inestabilidad institucional en Latinoamérica, dedicó su triunfo electoral a los países y gobiernos que apoyaron su enunciada "revolución democrática y cultural", en referencia a los signatarios de la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) y gobiernos y líderes de Europa y Asia, que apuntalaron su gobierno de izquierdas.

"El triunfo en Bolivia no sólo es para los bolivianos; este triunfo de los bolivianos es, fundamentalmente, un justo reconocimiento, es una dedicación, a presidentes, a gobiernos, a pueblos antiimperialistas", enfatizó.

Un conciliador Morales, que sumó su sexta victoria electoral al hilo entre 2005 y 2009, se dijo convencido de que los cambios pueden ser operados en las urnas, lejos de la vía violenta y con el apoyo popular. "El pueblo, con su participación, demuestra que es posible cambiar Bolivia en base al voto del pueblo boliviano", aseveró, al tiempo de rendir tributo a la vocación democrática de sus compatriotas.

"Hoy Bolivia nuevamente demuestra una vocación democrática, una revolución democrática, cultural, al servicio del pueblo. Nuevamente el pueblo boliviano hace historia, gracias a esa conciencia del pueblo. Lo que hoy ha visto el pueblo boliviano es cómo avanzar como un proyecto, con un programa del pueblo, al servicio del pueblo boliviano", afirmó.

Se congratuló porque, "con más del 63% (de los votos), casi 64%, se han impuesto estas transformaciones en lo económico, en los estructural y económico".

Reconoció que su proyecto de país y gobierno no logró anclar en Santa Cruz, Beni y Pando, pero subrayó, a contrapelo, los avances electorales que experimentó en los comicios dominicales en otros reductos donde revirtió las preferencias políticas, principalmente en los departamentos de Chuquisaca (sudeste) y Tarija (sur), actualmente gobernados por fieros opositores a su administración progresista, donde se alzó con la primera mayoría.

Si bien en los años pasados se habló de un país partido en dos por la férrea resistencia de cuatro de los nueve departamentos del país, encabezados por el rico Santa Cruz, la situación ahora es distinta y el mandatario ha logrado que su mensaje cale allí.

"Si bien, todavía no podemos ganar en todos los departamentos, pero avanzamos, felizmente, en otros departamentos que nunca habíamos ganado. Eso demuestra que seguimos sumando en este proceso" de cambios, exaltó.

Rodolfo Garnica, un ciudadano de El Alto, vecina de La Paz y fortín electoral de Morales resumió en una frase el éxito del presidente: "Evo es como un padre para nosotros, para el pueblo", dijo tras depositar su voto.

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